Esta reforma en Madrid demuestra que vivir cómodamente en 28m2 es posible
El estudio madrileño Barea Pizarro ha reformado un apartamento donde el diseño a medida maximiza el espacio existente. La vivienda, de tan solo 28m2 de superficie, concentra todo el almacenaje en los perímetros liberando un único espacio central.
Hacer de la carencia (espacial) una virtud
La posibilidad de acceder a una vivienda digna está resultando ser uno de los principales problemas en nuestro país. Esta situación es especialmente preocupante en ciudades como Madrid, donde el precio medio por m2 se ha disparado hasta los 4.952 €. Esta realidad hace que proliferen infraviviendas que no cumplen los estándares de habitabilidad. Por ello es importante contar con la ayuda de arquitectos e interioristas para el proceso de búsqueda y reforma. Estos profesionales nos ayudarán a encontrar inmuebles que, aunque cuenten con dimensiones reducidas, sean reformados según la normativa vigente que sitúa la superfície mínima en 25m2.
La última reforma del estudio madrileño Barea Pizarro es el ejemplo perfecto para demostrar que, gracias a la (buena) arquitectura, es posible habitar un piso pequeño. En este caso de tan solo 28m2. «Sus reducidas dimensiones hacían necesario una reforma completa a fin de liberar al máximo el espacio y hacer compatible las estrecheces de antaño con la nueva vida de una pareja y su perro«, cuentan los arquitectos artífices del proyecto.
Una estrategia con mobiliario estático
La estrategia más usual cuando se reforman pisos pequeños es optar por soluciones móviles. En el caso de este proyecto la propuesta es radicalmente opuesta. Todo el espacio funcional y de almacenaje se sitúa en los perímetros de la vivienda mediante piezas de mobiliario fijo diseñado a medida.
De este modo, encontramos armarios, encimeras y estanterías de suelo a techo de fácil registro que orbitan alrededor de un único espacio central liberado. El resultado es un apartamento estático pero confortable, con todo lo necesario para una pareja y su perro.
Incorporar el paisaje al interior
Otra buena decisión que los arquitectos han tomado en este proyecto ha sido la elección de la gama cromática y los materiales que configuran el interior de la vivienda. Una paleta en tonos grises y blancos compuesta por suelos cerámicos, madera lacada y azulejos de 5x5cm hacen que el interior respire y no se sienta saturado.
Esta neutralidad se refuerza con la iluminación natural, que incide gracias a tres ventanales de una sola hoja. Éstos permiten visuales directas del exterior. Concretamente de un gran chopo que, junto a la vegetación interior, inunda de naturaleza el apartamento.
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Fotografía: Imagen Subliminal (Miguel de Guzmán + Rocío Romero)