Ramón Esteve recupera el legado de los mosaicos Nolla en la Universidad Europea de Valencia
El Asilo San Juan Bautista de Valencia renace como campus universitario de la mano de Ramón Esteve. Ubicado junto al antiguo cauce del Turia, este edificio de más de 7.000m2 se ha convertido en la nueva sede urbana de la Universidad Europea. El estudio de arquitectura ha abordado esta rehabilitación desde el respeto a la conservación histórica, preservando joyas patrimoniales como la imponente colección de mosaicos de Nolla.
Un espacio para la educación en el corazón de Valencia
En el corazón de Valencia y a escasos pasos de su centro histórico, se alza este renovado edificio de extraordinaria riqueza ambiental y arquitectónica. La intervención de Ramón Esteve y su equipo refleja una profunda comprensión de su valor patrimonial. El Antiguo Asilo de San Juan Bautista conserva y realza sus elementos más emblemáticos: los claustros, la antigua capilla y, especialmente, los excepcionales mosaicos de Nolla.
Este diálogo respetuoso entre lo antiguo y lo nuevo guía cada decisión arquitectónica, potenciando los elementos originales mientras incorpora la funcionalidad que demanda un espacio educativo contemporáneo. De esta forma, la nueva sede de la Universidad Europea de Valencia se presenta como un entorno luminoso, versátil y estéticamente estimulante para estudiantes y profesores.
La cerámica de Nolla: un tesoro patrimonial recuperado
Uno de los mayores retos de la intervención ha sido la recuperación de los mosaicos de Nolla, emblema del modernismo valenciano del siglo XIX. Esta cerámica, que viste tanto aulas como claustros, representa una de las mayores colecciones conservadas en España.
La presencia de este tesoro artesanal ha convertido al edificio en un punto de referencia cultural y arquitectónico. Tanto es así que la Universidad Europea de Valencia ya se ha posicionado como cita obligada en las rutas de Open House Valencia.
Espacios que fluyen y conectan
La distribución espacial del proyecto responde a una planificación que prioriza la funcionalidad sin sacrificar la belleza. El cuerpo central acoge las áreas comunes, mientras que los volúmenes laterales albergan aulas y despachos. Esta organización estratégica permite crear un ecosistema educativo donde cada espacio cumple un propósito específico a la vez que forma parte de un conjunto armónico.
Los claustros interiores, tradicionalmente concebidos como zonas de paso, se han transformado en lugares de encuentro y colaboración. Esta reinterpretación refleja la visión contemporánea de Ramón Esteve, donde los espacios intermedios se convierten en protagonistas de la interacción y el aprendizaje.
Por su parte, las aulas, diseñadas con doble fachada hacia jardines y claustros, crean una conexión visual fluida entre el interior y el exterior, ideal para un entorno educativo.
Finalmente, la incorporación de mobiliario funcional y ergonómico de Actiu complementa este programa, ofreciendo a estudiantes y docentes un entorno flexible y cómodo. Por ejemplo, en las áreas comunes aparece la colección Meetia, diseñada por el propio Ramón Esteve para la firma. Butacas y sofás de líneas sencillas y gran comodidad y elegancia visten las zonas de espera.
Por otra parte, la nobleza de la sala de rectorado, revestida con estucos originales de la época, dialoga con el diseño de la mesa Arkitek, creada por Alegre Design y Cosentino, y las sillas Cron en crema, también del estudio valenciano.
La ampliación, un anexo respetuoso
Además de la rehabilitación principal, la nueva sede de la Universidad Europea de Valencia incluye un edificio anexo de nueva construcción que se integra con sutileza en este entorno histórico. Esta ampliación, ubicada en el sector occidental, mantiene una coherencia estética con el conjunto patrimonial a través de decisiones arquitectónicas cuidadosamente estudiadas.
Ramón Esteve ha logrado esta integración armoniosa respetando los criterios compositivos y materiales del edificio original. La elección de una paleta cromática coherente y un ritmo compositivo equilibrado permite que lo contemporáneo enriquezca el conjunto sin desvirtuar su identidad histórica.
El resultado es un campus universitario que preserva la impronta arquitectónica de Valencia mientras inspira a las nuevas generaciones que transitan por sus espacios.
Fotografía: Alfonso Calza