Arkuos, un centro de formación activa de diseño flexible y divertido
Ubicado en Asturias, el centro Arkuos de innovación y acción socioeducativo ha sido reformado por el estudio Menéndez y Gamonal Arquitectos. Se ha realizado un diseño que cuenta con espacios conectados, zonas para gran variedad de disciplinas y pavimentos resistentes a la vida cotidiana de un área educativa.
Una educación activa y variada
Arkuos es un centro de innovación y acción socioeducativa ubicado en el municipio de Langreo, en Asturias. Su filosofía pone al estudiante como protagonista de la educación, a través de un conocimiento compartido, continuo y adquirido de forma experiencial. Así se refleja en el diseño del espacio, llevado a cabo por el estudio Menéndez y Gamonal Arquitectos.
El centro, de más de 1.250 metros cuadrados, buscaba “la integración en un único espacio abierto de una multitud de subusos, como son zonas de trabajo, zonas gastronómicas, un área de escalada, zonas de música y exposición, entre otras; todo ello adecuándose a la normativa vigente para cada zona”, según explica el arquitecto del estudio Carlos García-Conde Quirós.
El diseño ha priorizado el punto de vista de los usuarios, en este caso tanto niños y niñas como jóvenes universitarios, para crear un “espacio abierto único, vivo y flexible”. El centro da cabida a disciplinas tan diversas como la investigación, la experimentación, la cultura, la cocina, la informática, entre otras.
Suelos resistentes al día a día
Uno de los elementos constructivos clave han sido los revestimientos y pavimentos de Gerflor Iberia, se han instalado más de 300 metros cuadrados de sus suelos. El arquitecto explica que “dada la densidad y el tipo de uso que recibe el centro, también nos resultaba muy importante su resistencia y durabilidad, obviamente para evitar el desgaste del revestimiento como para garantizar la seguridad de los usuarios”.
Cada zona o área de actividad se diferencian entre sí, a la vez que se integran en el conjunto general. Se caracterizan por formas naturales y líneas curvas, a las que se les añade un potente color con uso de diferentes tonalidades y texturas tanto en mobiliario como en el suelo.
“Se ha elegido el pavimento de Gerflor por su resistencia y su adaptabilidad a espacios con una geometría complicada como esta, con pocos ángulos rectos, curvas, gran cantidad de mobiliario fijo, etcétera.”, comenta García-Conde Quirós.