Silla Zig-Zag: gravedad, geometría y diseño en un icono de la modernidad
Simpleza y abstracción son las principales características de esta pieza que, más que un artículo de mobiliario, es considerado una obra de arte. Diseñada por el holandés Gerrit Rietveld en 1934, la silla Zig-Zag desafió las leyes de la gravedad en una oda al cubismo y el minimalismo.
Exponente de De Stijl
Era el periodo de entreguerras y el arte y el diseño atravesaban una efervescencia suprema. Uno de los movimientos vanguardistas que buscaba romper con las tradiciones establecidas hasta entonces fue De Stijl. Liderada por Theo van Doesburg, Piet Mondrian y Gerrit Rietveld, esta corriente artística buscaba la integración de las artes bajo una mirada totalmente racionalista. Líneas armónicas, ángulos rectos y ritmos asimétricos pero equilibrados marcaban el pulso de los artistas de De Stijl.
En este contexto, el diseñador y arquitecto Gerrit Thomas Rietveld ideó la silla Zig-Zag, que se ha convertido en un icono del diseño moderno. Su historia se remonta a 1934 y sus formas reflejan en su totalidad los principios de De Stijl, pasando de ser no sólo un asiento, sino una declaración audaz que desafía las convenciones tradicionales del mobiliario.
Con la silla Zig-Zag, Rietveld intentó plasmar la pureza geométrica y la simplicidad, mostrando que ambas cosas eran posibles en un mismo diseño. El escenario histórico también influenció en las líneas de esta pieza de mobiliario, respetando la austeridad con la que se trabajaba en una época donde el estallido de la Segunda Guerra Mundial estaba a la vuelta de la esquina.
Cuatro piezas de madera de cerezo
Originalmente, la silla Zig-Zag se fabricaba en madera de cerezo natural, resistente al paso del tiempo. Además de su forma geométrica, lo curioso de esta silla es que no tiene patas, al estar apoyada sobre una superficie totalmente plana.
El modelo diseñado por Rietveld estuvo estudiado hasta el más mínimo detalle para poder soportar peso y estabilidad. La silla Zig-Zag se compone de cuatro placas de madera unidas con un sistema de articulación de juntas triangulares que aportan rigidez a la pieza.
Otra de las particularidades de la silla de Rietveld es que puede usarse tanto como asiento como de mesa de apoyo, producto del estudio del espacio en la vivienda que realizó el arquitecto holandés entre 1932 y 1934.
De la casa de Rietveld al MoMa
Rietveld diseñó las sillas Zig-Zag para su vivienda en Utrecht. De hecho, la casa Schröder (nombre de la vivienda) fue una de las obras más destacadas del arquitecto, siendo un claro ejemplo del uso de los colores primarios y las formas puras.
La silla forma parte de la exposición de piezas clásicas del diseño de muebles en el museo MoMa de Nueva York. La silla Zig-Zag también sirvió como inspiración para Verner Panton, que varias décadas después diseñó la silla Panton.
En sus inicios, la silla Zig-Zag era producida por G.A. van den Groenekan y desde 1971 los derechos de manufacturada fueron adquiridos por la empresa italiana Cassina, que la edita hasta la actualidad. Su precio va desde los 1.718 euros por unidad y está disponible en madera maciza de cerezo americano o fresno.