El Departamento da su primer paso a la internacionalización con un proyecto en Milán
El estudio de arquitectura, interiorismo y diseño fundado por Alberto Eltini y Marina Martín mezcla el bagaje adquirido en sus viajes por el mundo con una originalidad que impulsa la intimidad que esconden las firmas para las que trabajan.
De Valencia a Milán
Volver a la esencia. El Departamento, un estudio de arquitectura que nació a principios de 2017 con el impulso de Alberto Elitini y Marina Martín, basan su estrategia en desenvolver las capas que han ido cubriendo la imagen de cada empresa con las que trabajan. Enalteciendo el ADN que singulariza y distingue, la pareja de artistas usa la esencia de las marcas como punto de partida para crear lugares que potencien esta determinación oculta.
Martín se encarga de la dirección creativa, entre interiorismo, materiales y acabados. Eltini está enfocado en la vertiente arquitectónica. Aunque ahora están afincados en Valencia, la pareja se conoció en Londres, cuando “yo trabajaba para Norman Foster y Marina para un showroom de moda”, recuerda Elitini. A ambos les perseguía una inquietud por crear un proyecto que fuese suyo, y mezclando orígenes llegaron a lo que hoy es El Departamento.
Los diseños van desde viviendas privadas a espacios de uso público, como oficinas o restaurantes. Aunque empezaron enfocados en el sector residencial, llegó el primer encargo de la tienda Pompeii en Fuencarral (Madrid), que “nos impulsó a hacer mucho retail”. Sin embargo, no dicen que no a ningún segmento: Elitini asegura que “ahora estamos trabajando para Project Lobster, pero también tenemos en marcha una casa en Ibiza, un restaurante en Menorca y acabamos de terminar unas oficinas en Barcelona”.
Un estudio multidisciplinar
Todo depende del cliente, de la información que les brinde para poder lanzar su imaginación al aire y empezar a proponer ideas. Con esta actitud han llegado a Milán, donde han liderado su primer proyecto internacional de la mano de Nude Project. Con esta marca de ropa también darán el salto a Lisboa y alguna otra ciudad europea, en la que podrán desplegar un espacio físico que, tras la pandemia, “se ha vuelto fundamental para completar y hacer crecer a las marcas”.
Actualmente, el equipo está formado por cinco personas, aunque cuentan con tres colaboraciones externas. El discurso del estudio aboga por mezclar disciplinas artísticas, aprovechando el valor que lleva incorporado la música o el arte para materializarlo sobre los bocetos tras un proceso de reinterpretación lúdico y creativo que multiplica las posibilidades del diseño. La frescura de lo abstracto logra aterrizar en un espacio físico que da profundidad a sus trazos y pensamientos.
Ambos combinan la actividad del estudio con su tarea docente, donde dan clases en el máster de diseño de interiores en la Universidad Politécnica de Valencia. Allí discuten sobre la aplicación que tienen las nuevas tecnologías sobre la disciplina, y reconocen que “nosotros ya usamos Chat GPT para hacer resúmenes o poder desarrollar investigaciones, porque consigue ponerlo todo en contraste y te orienta sobre los caminos a seguir”.