El hotel de moda en Menorca se llama Cristine Bedfor.
Su concepto de hospedaje oscila entre el hotel boutique y el típico bed and breakfast británico. Por la familiaridad que se crea entre la gobernanta y sus huéspedes, también podría recordar a una casa de colonias, en versión premium, eso sí. A los pocos meses de su inauguración, Cristine Bedfor Guest Houses está en boca de todos. ¿El motivo? Su interiorismo, el ambiente easy going, la propuesta gastronómica y un enclave inmejorable en pleno Mahón.
Place to dream, en Mahón
Cristine Bedfor no es una persona. El nombre no corresponde a nadie en concreto; al menos, a nadie relacionado con este coqueto hotel boutique en el centro de Mahón, Menorca. Cristine Bedfor es mas bien un concepto, una filosofía de vida que aúna hospedaje, slow life, confort, familiaridad, buen rollo, hogar, belleza, sostenibilidad y amor por la tradición local. Sobre estos valores, Cristina Lozano (de ahí el «Cristine») y Daniel Entrecanales han concebido un pequeño hotel en la capital menorquina que en poco tiempo se ha colado en todas las conversaciones de los asiduos a la isla, que no son pocos. De hecho, no hay mejor enclave para esta propuesta de turismo local, familiar, de tú a tú, que la capital menorquina. Proyectos como este, o como la nueva e instagrameable galería Hauser & Wirth, en el islote Illa del Rei (frente al puerto de Mahón), están posicionando a la isla como uno de los places to be más codiciados del verano mediterráneo.
Cristina Lozano y Daniel Entrecanales imaginan que Cristine Bedfor es una señora a la que le complace comprar casas por el mundo e invitar a sus amigos («bed for»). Este es el tipo de hospedaje que promueven. El de invitados, más que huéspedes. El de charlar en el salón con una pomada en mano; bajar a desayunar en pijama y zapatillas; o sentarte a leer en silencio sin ser interrumpido. El de no tener necesidad de echar la llave en el cerrojo de la habitación.
«Nos encanta que un chico se ponga a trabajar en un sofá del salón, una señora se siente en otro, al lado, a tomar una Coca-Cola y que entablen una conversación amable y serena. Estamos consiguiendo generar esa clase de relación entre los huéspedes y también con nuestro personal.”, explica Cristina Lozano.
21 interiorismos
El hotel cuenta con un total de 21 habitaciones, cada una decorada de manera distinta. Son obra del interiorista Lorenzo Castillo, quien bromea comentando que «han sido 21 proyectos: 21 cabeceros, 21 mesillas…». La mayoría de muebles y objetos son de segunda mano, comprados entre el decorador y la propietaria en mercadillos y ciudades de todo el mundo. Todo ello conforma una mezcla de estilos, de aire ecléctico y gran personalidad. Es todo tan único, que es imposible encontrar un sitio igual. La combinación de telas estampadas, lámparas, colores y materiales generan la identidad propia, única, de Cristine Bedfor Guest Houses.
Consciencia medioambiental
Además del interiorismo, el jardín, proyectado por el paisajista Álvaro de la Rosa, es otra de sus maravillas. Por su parte, la oferta gastronómica la pone Ses Forquilles, que ha ideado un menú basado en la cocina local y de kilómetro 0, 100% menorquina.
Tampoco hay que olvidar el fuerte compromiso de los propietarios con la preservación medioambiental de la isla. El hotel forma parte de Menorca Reserva de Biosfera (que certifica el desarrollo de la actividad económica con pleno respeto por la cultura local, la sociedad y el medioambiente), así como de la fundación Menorca Preservation Fund. Como detalle, los catorce empleados visten todos de Ecoalf.
Fotografías © Daniel Schaefer
Cristine Bedfor Guest Houses. C/ Infanta, 17 07702 Mahón, Menorca