Crü convierte un antiguo lavadero en una vivienda de estilo industrial.
El estudio catalán Crü devuelve a la vida un antiguo lavadero situado en el barrio barcelonés de Les Corts. El resultado es una vivienda que se desarrolla alrededor de dos patios y juega con difuminar la relación entre el interior y el exterior.
Un antiguo lavadero en el barrio de Les Corts
Esta vivienda cuenta con una interesante historia que aún es palpable en sus muros. Al sanear la testa posterior de obra de fábrica, durante el proceso de reforma por parte de Crü, se descubrió la palabra «lavadero». Esta singular señalética hace referencia al uso que se le dio a este espacio en su otra vida: espacios públicos para la colada, una tipología arquitectónica muy común en Barcelona durante el siglo pasado.
Es precisamente esta reminiscencia al pasado industrial y social lo que ha promovido el concepto de la reforma. Por ello, el proyecto trata de recuperar su esencia original: «el deseo de encuentro, la fricción invisible entre el exterior y el interior y el olor a jabón industrial» en palabras de los propios arquitectos.
Dos patios organizan los diferentes gradientes de privacidad
Formalmente, la vivienda se organiza alrededor de dos patios. El primero permite diferenciar el acceso del espacio formado por la cocina, el salón y el comedor. El segundo patio, más pequeño, sirve a dos habitaciones en planta baja y una tercera en la planta superior.
De este modo, estos dos elementos actúan como un pulmón para la vivienda. La iluminan y ventilan, además de organizar y dotar de privacidad e independencia a la secuencia de espacios de manera sencilla y orgánica.
La belleza de lo inacabado y los materiales en crudo
Crü trata de mantener al máximo la esencia original del local, recreando un lavadero contemporáneo. De este modo, se incluyen elementos estructurales nuevos; techos colaborantes, cerchas y perfiles metálicos que dialogan con los elementos existentes como el ladrillo visto.
La imagen global del proyecto rinde un homenaje a lo inacabado; a la belleza de los materiales desnudos, sin artificios. Ejemplo de ello es el hormigón fratasado que cubre de manera homogénea todo el proyecto, sin diferenciar interior de exterior.
Otro elemento que actúa como telón de fondo en la sala de estar es la chapa de hierro dispuesta de suelo a techo. Este material se presenta crudo, sin revestimientos y sirve para almacenar todos los elementos de la cocina.
Mobiliario de diseño y estilo industrial
Sin duda, esta reforma destaca por el contraste entre el estilo industrial del conjunto y las piezas de diseño que visten los espacios desnudos. Una combinación ganadora que cuenta con elementos icónicos como las lámparas Bicoca y Dipping de Marset o los taburetes Nuta de la firma catalana Mobles 114.
Otros elementos que aportan calidez a esta vivienda son las alfombras de nanimarquina. Por su parte, destacan las notas de color del mobiliario diseñado por el catalán Marc Morro y la original mesa monkey side table de Jaime Hayon para BD Barcelona Design.
Fotografía: Adrià Goula