Zaha Hadid Architects hace del Infinitus Plaza uno de los edificios más sostenibles.
Es la nueva sede mundial de Infinitus en China. Un impresionante complejo de 185.643 m2, con entornos de trabajo diseñados para fomentar la conectividad, la creatividad y el espíritu empresarial, así como instalaciones de investigación, laboratorios de evaluación y seguridad del grupo, y un centro de aprendizaje para conferencias y exposiciones.
Infinitus Plaza
Concebido como una puerta de entrada al nuevo Distrito Central de Negocios de Baiyun –que une el centro de Guangzhou con el parque Feixiang Gongyuan y las nuevas comunidades, junto al remodelado antiguo aeropuerto–, Infinitus Plaza se extiende a ambos lados del túnel subterráneo del metro. Éste divide la sede en dos edificios que se interconectan en múltiples niveles.
Un trabajo basado en la interacción y la comunicación
Distribuido en ocho plantas organizadas en torno a una serie de atrios centrales y patios que dibujan anillos infinitos, Infinitus Plaza apuesta por mejorar la interacción y la comunicación entre los distintos departamentos. De esta forma se logra una amplia variedad de espacios interiores y exteriores compartidos, que construyen el fuerte sentido de comunidad, más saludable y adaptable a las nuevas formas de trabajar, que refleja la cultura corporativa de Infinitus.
Flexibilidad y bienestar
Además de albergar una gran variedad de espacios comunes flexibles para los empleados, que promueven el bienestar individual y general, como gimnasios, salas de ejercicios, zonas de recreo y relajación, y restaurantes y cafés, los puentes también conectan las oficinas de la plaza con otras áreas de compras y restauración.
Certificación LEED Gold
Situado en el clima monzónico subtropical húmedo de Guangzhou, Infinitus Plaza ha sido diseñado y construido con la certificación LEED Gold y el equivalente a 3 estrellas del Programa de Construcción Ecológica de China. La optimización de la estructura ha reducido la cantidad de hormigón necesaria y ha aumentado la proporción de contenido reciclable. En su construcción se han utilizado 25.088,33 toneladas de materiales reciclados, principalmente: acero, cobre, vidrio, perfiles de aleación de aluminio, productos de yeso y madera.
Sostenibilidad y bajas emisiones
Un cuidado análisis de la radiación solar anual ha determinado el ancho de las terrazas exteriores necesario para auto-sombrear el edificio. Además, ha definido los paneles de sombra de aluminio perforado externo necesarios para optimizar las reducciones en la ganancia de calor solar. Estas medidas, unidas al acristalamiento de baja emisividad con doble aislamiento, brindan sombra y aislamiento térmico, garantizando una buena iluminación natural en todo el edificio al tiempo que reducen la ganancia de calor solar y el consumo de energía.
Pulverización de agua para reducir la temperatura interior
Una red de rociadores, operada por el sistema de gestión inteligente del edificio y alimentada por energía fotovoltaica, rocía partículas atomizadas de agua de lluvia recolectada en el techo de membrana translúcida de ETFE sobre cada atrio para disipar el calor mediante enfriamiento por evaporación. El techo de membrana incorpora una cavidad de aire comprimido de 60 cm que se activa cuando la superficie exterior de la membrana se calienta a 35°C por la radiación solar. La pulverización, activada entre 3 y 4 minutos cada media hora, enfriará la temperatura de la superficie en 14°C, reduciendo la temperatura interior en 5°C. Este calentamiento solar de agua en la azotea reduce aún más los requisitos de energía.
Cubiertas verdes
El sistema de recolección, filtración y reutilización del agua de lluvia también proporciona microirrigación al paisaje circundante. Con hierbas y plantas autóctonas de la zona y de riego natural, los jardines de cubierta de las plantas 3, 7 y 8 están conectados entre sí con la pista de jogging y senderos que atraviesan la azotea. De hecho, las cubiertas verdes comprenden el 49,36% del área total.
Salud y bienestar en el trabajo
Con un sistema de control inteligente de la temperatura, el dióxido de carbono, las partículas PM2.5 y otros contaminantes, el edificio garantiza la calidad del aire interior, detectando el nivel de ocupación y ajustándose automáticamente para un confort óptimo con un consumo mínimo de energía.
Fotografía: Liang Xue y Felix Amiss