Una parada en la villa Gólgota de los ‘Caminhos do Romântico’.
El territorio 'Caminhos do Romântico' de la ciudad portuguesa de Oporto alberga esta espectacular vivienda de Floret Arquitectura. Toma su nombre, Gólgota, del inicio de una de las rutas que lo recorre y que va desde Gólgota a Massaretos.
Casas burguesas, viviendas populares, jardines con camelias y otras plantas exóticas, huertas y arqueología industrial caracterizan el paisaje sobre el que se asienta la vivienda. Un entorno atravesado rutas y caminos rurales, con paredes altas procedentes de las antiguas granjas, y fuentes y lavaderos comunitarios.
Rodeada por una densa zona verde, y con el río Duero como telón de fondo, la ruta en la que se sitúa la casa recorre puntos estratégicos, como la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Oporto y la ‘Casa da Agustina Bessa-Luís’.
Tradición y modernidad
Completamente en ruinas, la casa se ha rehabilitado utilizando las técnicas y el lenguaje arquitectónico con los que fue construida originalmente. Al edificio original, y aprovechando los muros de contención de las terrazas, se ha añadido una ampliación a un nivel inferior.
De madera y hormigón, la nueva construcción preserva la integridad de unas preexistencias con las que no quiere en ningún momento competir. La madera elegida hace posible aligerar una ampliación contemporánea que contrasta con el elegante edificio del siglo XIX.
Mientras que el edificio original, de cuatro plantas, se reserva para las zonas más privadas, el nuevo volumen alberga los espacios vivideros. Con una planta perpendicular a la del volumen primitivo y distribuido en dos alturas, el nuevo cuerpo acoge un vestíbulo, una cocina y una sala de estar a doble altura. Todas las estancias se extienden hacia el este, lográndose así una comunicación directa de cada estancia con el jardín.
Tonos neutros y materiales naturales
Todos los interiores, tanto del edificio preexistente como del nuevo volumen, se llenan de tonos neutros y materiales cálidos como la madera. Protagonista, junto al vidrio, de los planos que envuelven cocina y sala de estar, esta última también se usa para revestir los interiores de algunas de las estancias más privadas.
Una paleta bicolor en blanco y negro, y un elegante revestimiento pétreo añade un toque de distinción al baño de la habitación principal.
Respetuosa con las preexistencias, la intervención de Floret Arquitectura incorpora al jardín nuevas especies que conviven con las ya existentes. De igual forma, la piscina ha sido diseñada para no modificar el terreno.
Fotografía: Ivo Tavares Studio