Un oasis exótico en el modernismo catalán.
El interiorista Noé Prades diseña una vivienda combinando la esencia natural del mobiliario con los elementos tradicionales de la arquitectura modernista catalana.
El punto de inicio de este proyecto es una vivienda de 160 metros cuadrados ubicada en el centro de Barcelona. Su construcción mantiene las características propias de la arquitectura modernista catalana. Es decir, suelos de baldosas hidráulicas con patrones geométricos y molduras en los techos con abundantes elementos decorativos.
Un recorrido de sensaciones
Noé Prades crea una propuesta llena de frescura, inspirada en culturas y viajes, mediante la búsqueda de sensaciones según avanzamos en el interior de la vivienda.
Al entrar en esta vivienda, nos encontramos un recibidor sobrio y elegante con sus carpinterías remarcadas en negro. Sus dimensiones han permitido diseñar una entrada amplia con una composición en simetría. De esta forma, un aparador en madera natural queda centrado entre dos grandes maceteros cerámicos.
Justo en la pared de enfrente se ha colocado una obra del artista Bal-art. Un retrato animal cuyos colores acentúan la sobriedad a la estancia.
Fusión de estancias
A medida que avanzamos hacia la zona de día, los tonos y materiales se van suavizando, dando lugar a un salón-comedor unificado. La propuesta une estas dos estancias gracias al mobiliario diseñado a medida para este proyecto.
La colección Kape, diseñada por Noé Prades, está fabricada a partir de material de derribo de otras viviendas. Unas piezas que encontramos en la mesa del comedor, y la librería asimétrica suspendida. Esta composición rompe la geometría y añade un ligero movimiento a la pared donde se apoya.
La simetría vuelve a estar presente en las mesas auxiliares de la misma colección Kape en ambos lados del sofá. La estantería de madera natural se apoya sobre una estructura metálica muy ligera.
Madera y fibras naturales
La terraza exterior esta planteada como una extensión de la zona de día, para disfrutar de los rayos de sol en Barcelona. Los materiales naturales mantienen el mismo protagonismo que en el interior: madera, ratán y plantas. Esta terraza se divide en zona de relax con un sofá apoyado sobre una pared vegetal, y zona de comedor con una mesa de madera sobre una estructura metálica, al igual que las sillas.
Zona de noche
El dormitorio mantiene la misma gama cromática de la zona de día. Las plantas pasan a envolver las paredes de esta habitación en forma de papel pintado. Un revestimiento que se combina con la estructura de madera de la cama, cuyo diseño envuelve la zona para el descanso creando un rincón cálido y acogedor.
En resumen, Noé Prades consigue materializar las necesidades de sus clientes con materiales naturales y vegetación jugando con las composiciones en simetría.
Fotografía: Yanina Mazzei