Si, nosotros también usamos cookies. Esas cosas con nombre de "galletita" que ayudan a que tu navegación sea más personalizada. Cierra este mensaje y nos darás tu permiso para seguir utilizándolas. Y seguirás disfrutando de diarioDESIGN como siempre.

Feliz viaje por nuestra web Cerrar

Kangaroo Valley Outhouse, un baño de espejos en plena naturaleza.

Madeleine Blanchfield Architects ha diseñado un baño exterior recubierto de espejos, basándose en la singular experiencia de usuario que supone acceder a una estructura totalmente integrada en el entorno natural de Kangaroo Valley.

Kangaroo Valley Outhouse es una pequeña pero lujosa cabina que complementa la cabaña principal de un minicomplejo situado en Kangaroo Valley, un espectacular valle que se encuentra al sur de Sídney, Australia.

Madeleine Blanchfield Architects diseña Kangaroo Valley Outhouse, un baño exterior recubierto de espejo que se integra en el entorno natural.

Esta estructura, que está a solo 30 metros de distancia de la construcción principal, contiene una bañera, un lavabo y un inodoro; y a pesar de su simplicidad, el diseño y los materiales con los que ha sido construida le dan un carácter único y elegante.

Madeleine Blanchfield Architects diseña Kangaroo Valley Outhouse, un baño exterior recubierto de espejo que se integra en el entorno natural.

Naturaleza, arquitectura y experiencia

Para el estudio australiano de diseño Madeleine Blanchfield Architects, el brief de diseñar un baño exterior separado de una estructura principal ya existente ha sido una oportunidad para reimaginar una tipología arquitectónica propia de la Australia del siglo XX.

La intención fue diseñar aprovechando al máximo la increíble localización y naturaleza que rodea la cabina. La Kangaroo Valley Outhouse está pensada para ser algo más que una extensión de la cabaña principal y busca generar una experiencia de usuario única, que va mucho más allá de ser una pieza arquitectónica que interrumpe la serenidad del paisaje y entorno.

En cuanto a formalización, la pequeña estructura está recubierta por espejos unidireccionales, que son transparentes desde el interior, pero reflectantes en el exterior. Esto genera una ilusión óptica que no deja sorprender y captura el imaginario de todo aquél que visita la cabina.

El vidrio espejado consigue sin duda la perfecta integración de la pequeña construcción en el paisaje circundante, generando una sensación de camuflaje total entre la arboleda que hace que, durante el día, pase totalmente desapercibida.

El uso del espejo que recubre todo el exterior de la estructura garantiza la privacidad del usuario. En cambio, el vidrio usado en el interior genera una experiencia de inmersión completa. Las paredes de vidrio ofrecen vistas caleidoscópicas de los arbustos que hay en el exterior a la vez que se generan múltiples reflejos del espacio interior.

Esta decisión de diseño permite que el usuario disfrute del paisaje durante el día y también por la noche, cuando la cabina se convierte en un cubículo semitransparente que hace que se pueda divisar sin problema desde la cabaña/dormitorio principal.

Madeleine Blanchfield Architects diseña Kangaroo Valley Outhouse, un baño exterior recubierto de espejo que se integra en el entorno natural.

Impacto ambiental en Kangaroo Valley como condición principal

En cuanto al diseño interior, Madeleine Blanchfield Architects se decanta por el minimalismo. El marco interno de la estructura es de acero ennegrecido, algo que suma potencia al efecto de prisma que los reflejos generan en las paredes. Además, la bañera, el inodoro y el lavabo, que son de un color blanco puro, acentúan la nitidez de las formas del espacio.

bañera de color blanco puro

El respeto de la instalación por el entorno es máximo, puesto que no sólo el cubo se desdibuja en el paisaje gracias a su recubrimiento reflectante, sino que está construido sobre una plataforma elevada que facilita su futuro desmontaje y minimiza su huella en el lugar, reduciendo considerablemente su impacto ambiental.

Además, la cabina está construida con materiales y tecnologías sostenibles, como el aprovechamiento de la ventilación natural, la iluminación con energía solar y la disposición de fosas sépticas y sistemas de reciclaje de las aguas grises.

El equipo de diseño ha sabido cuidar todos los detalles para que la forma y la función de la estructura casen perfectamente. Aparte de ser una pieza arquitectónica muy estética, también es una estructura muy eficiente. Por ejemplo, el uso del espejo como material principal contribuye por ser un material de alto rendimiento térmico. Además, el espacio que hay entre la estructura y el suelo permite una buena ventilación que evita el sobrecalentamiento.

En resumen, podríamos decir que la Kangaroo Valley Outhouse es la combinación perfecta de santuario tranquilo y entorno sublime.

Fotografías: Robert Walsh

Artículos relacionados

Taburete 60: el diseño del arquitecto Alvar Aalto que democratizó Ikea

Simplicidad visual y formas orgánicas: la historia detrás de la mesa y sillas Tulip

Melbourne: planificación urbana para ganarle al cemento y la sobrepoblación

aea-ventanas-aluminio-diariodesign-portada

Aluminio: sostenibilidad y diseño para definir la ventana del futuro