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Google ocupa una antigua fábrica de vodka en Varsovia.

Massive Design ha transformado un antiguo almacén de una antigua fábrica de vodka en un espectacular campus para las oficinas Google Varsovia. Un dinámico e innovador espacio de coworking, donde se reúnen empresarios y creativos de Polonia y toda Europa central y oriental.

Con más de 20 años de trabajo de planificación de espacio y diseño de interiores, Massive Design se ha encargado de todas las fases del proyecto de este campus de Google. Desde el diseño conceptual y la elaboración de los planos de trabajo, a la supervisión de la obra. Un proceso transversal y enriquecedor, que ha dado como resultado un entorno de trabajo colaborativo en un excepcional entorno histórico.

Respetando las preexistencias

A partir de una muy cuidada selección de productos y materiales sostenibles, los diseñadores han logrado una atmósfera «amigable», que apuesta por el bienestar del usuario. Y es que, junto a la certificación LEED, el edificio cuenta también con el certificado BREEAM de construcción sostenible.

El campus ocupa las últimas dos plantas de un edificio de cuatro alturas. Los casi 2.500 metros cuadrados disponibles albergan ahora un espacio de oficina flexible con diferentes niveles de accesibilidad y dividido en varias zonas. Respetando las preexistencias, se conservan los elementos originales recuperados de la antigua fábrica y otros símbolos y motivos culturales en referencia al rico patrimonio cultural de la zona.

Un espacio de trabajo flexible

Grandes espacios abiertos, salas de reuniones y cabinas telefónicas perfectas para trabajos que requieran concentración, reuniones de grupos pequeños y conversaciones privadas, llenan el espacio. Además de un aula para grupos de mayor tamaño, micrococinas y duchas. En la planta alta también hay varias áreas cerradas de trabajo conjunto.

La planta baja alberga las áreas administrativas y espacios de relación que incluyen un auditorio y una amplia cafetería. Está equipada con largas mesas diseñadas especialmente por Massive Design, taburetes de bar y cómodos sillones y puf. Todos ellos, de fabricación polaca.

Diseñados también por el equipo de Massive Design, los asientos acolchados «estilo bistró» y las cabinas de comedor, pretenden fomentar un trabajo más colaborativo. Estas últimas se han decorado con imágenes de la fábrica «Koneser» y gráficos de conocidas marcas polacas de vodka. De acero inoxidable reciclado perforado, el techo que cubre el resto del comedor funciona como material fonoabsorbente.

Para el proyecto se ha elegido mobiliario sostenible, funcional y estético. Junto a las piezas creadas por los propios diseñadores y otras de marcas de origen local, nuestro país está presente en el auditorio con la silla Wing, de Actiu. Fabricada en polipropileno con fibra de vidrio, su estilo vintage es fruto de la evolución tecnológica natural de la tradicional silla de madera, a través de procesos de producción más eficientes y una tecnología innovadora.

Materiales naturales recuperados

El espacio se llena de materiales naturales como la madera o el ladrillo visto de más de 100 años de antigüedad. Este último funciona como muro de apoyo para el atrio con cubierta acristalada que llena el interior de luz natural. Inspirándose en las de la fachada exterior del edificio, Marcin Mazurkiewicz y su equipo diseñaron las ventanas entre el atrio y la cafetería.

El mostrador de recepción está hecho de tableros de madera reciclados. Tras él y como una reliquia de la antigua fábrica, se expone un tablero de control restaurado con luces de control iluminadas por LED. Un jardín vertical natural de 10 metros de altura, suelos de terrazo inspirados en los utilizados durante los años 50 y 60 y una gran sirena, el símbolo de la ciudad de Varsovia, completan la decoración.

Con este proyecto, Massive Design ha logrado crear un entorno de trabajo abierto y flexible, enriquecido con espacios formales e informales. Un espacio que combina a la perfección materiales y muebles modernos con acabados y accesorios existentes en la antigua fábrica de vodka.

Fotografía: Szymon Polanski

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