Shipwreck Lodge; el más difícil todavía en glamping.
El nuevo albergue del Parque Nacional Costa de los Esqueletos es un proyecto especial con un objetivo en concreto: proporcionar la clase de experiencia única que todo viajero busca. En este caso, una experiencia donde la naturaleza y el diseño comulgan de la mano. Glamping en África, al máximo extremo.
Las cabañas de lujo de Shipwreck Lodge son especiales porque rinden homenaje a la belleza agreste del paisaje y porque son el fruto de un sueño, el de Piet du Plooy, una leyenda del deporte en este país y director de la agencia de viajes namibia Trip Travel.
Du Plooy consiguió la concesión para levantar veinte cabañas a lo largo de casi 900 metros cuadrados de dunas escénicas habitadas por leones, hienas, elefantes y jirafas. Su prematuro fallecimiento en 2014, sin embargo, lo privó de ver convertido dicho sueño en realidad.
Pero el sueño continuó adelante junto a la arquitecta Nina Maritz, la propia agencia de viajes y los teleoperadores Journeys Namibia y Natural Selections Safaris.
De todos modos puede que todo quede en un sueño efímero. Porque la concesión de 25 años otorgada por el gobierno namibio incluye un posible desmantelamiento del complejo al término de la fecha.
Esta circunstancia y el requisito de que su instalación provocara un impacto ambiental mínimo condicionó al proyecto en los materiales y la construcción.
Glamping de diseño
El paisaje, por su parte, lo hizo en el diseño del glamping. La idea siempre fue que las cabañas evocasen el origen de la Costa de los Esqueletos, nombre que le fue dado a este desierto costero por la multitud de barcos que perecieron en las traicioneras aguas, quedando sus restos abandonados en las orillas de las playas.
Sus formas, por tanto, son orgánicas, siguiendo las curvas de las bodegas, los ojos de buey y el esqueleto de los botes de madera, si bien se combinan con una cierta geometría y abstracción que otorgan a su vez un toque de minimalismo y modernidad.
Las cabañas del naufragio – traducción de shipwreck lodge – están formadas por un dormitorio y baño en el que destaca la orientación de las camas hacia grandes ventanales con vistas al mar. Con el confort añadido de la tranquilidad de saber que allí dentro los inquilinos está a salvo de cualquier siniestro marítimo.
La madera es el material protagonista, obviamente. Pero no de una cualquiera. Debía ser una madera resistente a la sal y la humedad del ambiente.
Los paneles fueron pre-manufacturados en la ciudad más cercana, situada a doce horas de viaje. Y ya en el lugar de destino fueron ensambladas y revestidas con una nueva técnica de clavado que servirá para estudiar su comportamiento en dichas condiciones climáticas.
De igual modo que habrá que vigilar que el viento no socave las estructuras, las cuales han sido fijadas a postes enclavados profundamente en la arena.
El complejo también cuenta con un restaurante y comedor, los espacios destinados al personal del alojamiento y todos los servicios de mantenimiento.
Fotografías: Shipwreck Lodge, Denzel Bezuidenhoudt, Michael Turek y Shawn van Eeden.