Un paseo por el mejor arte urbano del país.
El pasado 7 de octubre se clausuraba la quinta y última edición de Ús Barcelona, el festival de arte y espacio público que este año ha convertido las paredes de la cárcel Modelo en un lienzo de reivindicación. Muralismo, instalaciones artísticas, música, rutas culturales, conferencias, cine, y sobre todo mucho arte urbano se han dado cita con espíritu de recuperación de espacios en desuso, y de acompañamiento del proceso de transformación urbanística que éstos viven.
El festival se ha despedido poniendo en valor el espacio público de Barcelona. Y desde diarioDESIGN queremos homenajearlo dándonos una vuelta por nuestra geografía al completo. Un Tour de punta a punta de la Península descubriendo las personas que hay detrás de las grandes obras del arte urbano actual.
Amaia Arrazola
Big Totem es la espectacular pared que esta artista vitoriana firmó en 2016 en la ciudad de Pamplona. Ya que «la vida es muy corta para pasarla en un despacho», desde Barcelona muestra al mundo sus peculiares inspiraciones. De Japón hasta su reciente maternidad, todo cabe bajo su sorprendente pincel. Incluso los grandes murales de arte urbano.
The Barcelona Creative Wall
El proyecto The Barcelona Creative Wall es un homenaje a los valores del arte urbano. Seis artistas, Mina Hamada, Marina Capdevila, Rubén Sánchez, Txemy, Amaia Arrazola y Zosen Bandido, aprovecharon el pasado Primavera Sound para contar una historia encadenada de Barcelona que sucede a lo largo de las 24 horas del día; desde el amanecer hasta la noche.
Boa Mistura
Desde estas páginas somos muy fans de este equipo multidisciplinar con raíces en el graffiti. Que ha conseguido encontrar las herramientas adecuadas para transformar la calle, creando vínculos entre las personas. En México, Nueva Delhi, La Habana y Madrid, su cuartel general.
Paula Bonet
«No llores, que vas a ser feliz» es la última obra de la aclamada artista. Una reivindicación de la maternidad como símbolo de la feminidad, tema que recientemente la ha colocado en el ojo del huracán.
Su trabajo se centra en la pintura al óleo, el grabado y en la ilustración, y actualmente es uno de los nombres más reconocidos de nuestro panorama artístico. El arte urbano es sólo una más de sus facetas.
Ricardo Cavolo
Los característicos ojos de fuego de Cavolo pueblan paredes, ilustraciones y libros. También en su Salamanca natal, concretamente en el barrio del Oeste de la ciudad castellana. Allí ha firmado recientemente Mercedes, homenaje a la mujer salmantina con el nombre de su madre.
El niño de las pinturas
De Granada al mundo. Así es el arte de Raúl Ruiz, uno de los grafiteros más cautivadores de la escena actual. «Su barrio es su lienzo, esquinas y edificios decaídos aparecen lustrosos con el depurado e impactante trabajo de El niño», nos explica su web.
Sus obras van unidas a frases o poemas más o menos reflexivas, como estilo particular de arte urbano. Un ejemplo destacado se sitúa en el Polígono San Pablo de Sevilla.
María Herreros
Con nuevo libro recién salido del horno, Herreros se confirma como una de las ilustradoras más reconocidas del país. Su particular estilo se adapta a todos los formatos, desde el editorial hasta la pequeña obra, pasando por supuesto por los murales.
Una de sus colaboraciones más recientes fue con el Festival de les Arts de su ciudad natal, Valencia, para la que creó una serie de estampas que casaban a la perfección con su entorno.
Okuda San Miguel
Caleidoscópicos colores que decoran desde iglesias hasta todo tipo de arte urbano. Sus piezas de «surrealismo pop» decoran las calles de Santander o Lima, pasando por Nueva Delhi y Madrid.
Un soplo de aire fresco que rompe con lo establecido.
Felipe Pantone
Argentino afincado en Valencia, es otro de los nombres que se proyecta de nuestro país al mundo. Dinamismo y transformación son las características principales de sus obras, públicas y en el ámbito privado.
Sorprenden especialmente los efectos ópticos que logra tirando solamente del color o las gamas cromáticas. Como en el caso de su intervención en Cuatro Caminos, Madrid.
Raquel Rodrigo
Visitando Valencia nos sorprendimos con esta revisión sacada de escala del punto de cruz para conseguir obras que mezclan a la perfección tradición y modernidad.
«A una distancia determinada, el ojo humano mezcla los colores en la retina y aparece la imagen». Una imagen que Arquicostura cuida y hace propia.