Los mejores chiringuitos para el calor veraniego.
Del Mediterráneo a la canción que se hartan de oír los madrileños en los meses de verano. Recorremos todas las costas para encontrar 10 musts que no pueden faltar en nuestra ruta vacacional.
Alemagou, un refugio del tórrido verano en la arena de Mykonos.
Un diseño de K-Studio integrado hasta el más mínimo detalle en las arenas de la playa Ftelia.
Chiringuito Pez Vela, el must para un verano en la ciudad condal.
Paradigma del restaurante veraniego al aire libre con estilo y buen diseño. Situado en la zona playera más cool de Barcelona, y proyectado por Sandra Tarruella.
El Ojalá se renueva con Andrés Jaque: en Madrid sí hay playa.
Las olas llegan a Malasaña. Un chiringuito con alma surfera y arena de playa en el que se puede “desayunar” todo el día.
La Guingueta de Carles Abellan: frescura y calidez en la playa.
Otro de Sandra Tarruella. En el que se revalorizan los clásicos de la Barceloneta: el color rojo, las líneas geométricas y, por supuesto, las vistas al mar Mediterráneo.
Hangover Bar. El chiringuito ‘resaca’ de Nuno Pimenta.
Se nos cuela en la selección una construcción efímera. Perfecta sintonía con la naturaleza para un espacio lleno de matices que servía como lugar de reunión del Ignition Festival de Penafiel, Portugal.
Pantone Café: con color, todo sabe mejor.
En la Costa Azul caben todos los colores. Los de la más famosa paleta de color sin ir más lejos. ¿Quién no querría que en uno de los chiringuitos de la playa le ofrecieran una Coca-Cola Red Pantone 032 o la ensalada verde Pantone 15-5534? Ideal para diseño-adictos.
Chiringuito Mokai en la Barceloneta, colorista y muy natural.
Conjugar ingenio, color y materiales no es fácil en algo tan restrictivo en temas normativos como son los chiringuitos. Pero Piedra Papel Tijera Interiorismo sabe salir con maestría y estilo de estas circunstancias.
Lagranja devuelve el esplendor al ME Sitges Terramar Hotel.
Un hotel que es un manifiesto homenaje al esplendor mediterráneo. Un proyecto que reinventa el veraneo de los 60 con la maestría de la que hace gala el estudio Lagranja.