Home of Horizon, aprendiendo a mirar el horizonte.

Mairata, economista y CEO de Home of Horizon, pone su hogar y Mulet, arquitecto y creativo, las ideas. Un cóctel de innovación que sitúa a Palma de Mallorca en el centro de todas las miradas.

Jaime, cuéntanos primero sobre ti y vuestras espectaculares ventanas “invisibles” de Home of Horizon. Es realmente impactante estar frente a ellas, prácticamente no las ves, consiguen desaparecer. Pero empecemos por el principio. Tu padre tuvo una visión: hace más de 40 años fue uno de los pioneros en traer el aluminio a Mallorca, ¿Cómo empezó todo? ¿Cómo era la isla entonces?
La isla en ese momento vivía un estado de transformación brutal. Pasó de una economía de pura subsistencia a un auténtico boom del turismo, con todo lo que eso llevaba asociado. Se creó una necesidad de servicios y de productos para apoyar a esa industria floreciente. Fueron unos momentos de crecimiento descomunal, con lo que se pudo coger esa ola y su inercia fue lo que nos ha traído hasta aquí.

Años mas tarde tú tomas las riendas del negocio familiar y actualizas el concepto creando tu propia marca. ¿Cómo surge el proyecto de Home of Horizon?
De una necesidad de hacer algo que realmente nos apasionase. No podíamos seguir haciendo lo que hacía todo el mundo, debíamos mirar de forma diferente los proyectos de los arquitectos y ceñirnos a lo que ellos nos pedían. No podíamos seguir ofreciendo el mismo producto de toda la vida y esperar que eso tuviese siempre buenos resultados. La arquitectura evoluciona y los productos que dan servicio a esa arquitectura deben evolucionar con ella.

Ofrecéis tres líneas de producto de formas simples y limpias, planteadas con la mínima sección y una carpintería que reúne las ventajas del aluminio, la fibra de vidrio y la fibra de carbono. Cuéntanos, ¿cómo son los diseños Line, Black&Light e Infinite?
Las tres líneas de ventanas – de aberturas – obedecen a la misma necesidad: tener la máxima relación entre lo de fuera y lo de dentro sin invadir el hueco. Todo obedece a lo mismo. Line es de aluminio y tiene un presupuesto más moderado que las demás. La ventana de fibra de carbono de Black&Light es más ligera a la vista y está motorizada, por lo que tiene más necesidades económicas. La barandilla Infinite también ofrece una solución muy interesante para las terrazas: no podemos caernos pero queremos seguir disfrutando de ese momento de paz y tranquilidad mirando el mar.

Vuestro producto evoca pureza, la ligereza más absoluta, la perfección, el infinito. ¿Cuáles son vuestras fuentes de inspiración?
Nos inspira el diseñador alemán Dieter Rams: “Weniger, aber besser” que significa “Menos pero mejor”. No necesitamos ningún artificio en la relación de un edificio con lo que pasa dentro y fuera de él. Queremos ver lo que esta maravillosa isla nos propone: el mar, las montañas… Para eso necesitamos un producto que nos permita la máxima transparencia y la mínima invasión del espacio del hueco. Nosotros diseñamos espacios donde la gente trabaja, donde la gente vive, donde pasa la mayor parte de su vida. Creamos los continentes de sus emociones.

¿A qué se debe el nombre Home of Horizon?
La necesidad de un nombre era clara. Un día iba en coche con mi mujer cuando de pronto, desde lo alto de una cuesta, vimos a nuestros pies la imponente línea del horizonte de la bahía de Palma. Fue algo tan bonito que de ahí surgió el hogar del horizonte.

El mejor diseño y la tecnología de última generación se unen para hacer realidad los sueños de vuestros clientes. Ellos piden y vosotros creáis soluciones arquitectónicas a medida, ¿todo es posible?
Todo lo que esté en el límite de lo posible de la física y del presupuesto, sí.

«Pensáis como ingenieros e imagináis como arquitectos». ¿Quién hay detrás de este proyecto, además de ti?
Nosotros siempre quisimos crear ventanas de arquitectura, no ventanas de ingeniería. Para eso, la gran ayuda que he tenido en este proyecto, además de todo el equipo – que no voy a nombrar uno por uno porque somos muchos – es Elena García, arquitecta, y la que le ha dado sentido a todas las soluciones técnicas que hemos podido desarrollar el resto del equipo.

Ahora te toca a ti, Vicenç. Háblanos sobre tu trayectoria.

Este año cumples veinte años de ejercicio profesional como arquitecto, ¡enhorabuena! Una trayectoria multidisciplinar en la que también ha tenido cabida la pintura, el diseño industrial, la performance, la arquitectura efímera,…. ¿Un buen arquitecto debe ser capaz de desarrollarse en distintas facetas creativas?
Un arquitecto lo primero a lo que tiene que aspirar es a ser buen arquitecto. Para ello tienes que ser intelectual, y esa intelectualidad saber trasladarla a la técnica o a la disciplina con la que quieras colaborar. Desde el lenguaje arquitectónico, que es en el que me he formado durante estos veinte años, dialogo con otra disciplina. El lenguaje arquitectónico tiene la capacidad de generar un concepto global. Ejecutar como arquitectos ayuda a la resolución de proyectos, con los compañeros de otras disciplinas.

En 2015 iniciaste con gran éxito Sobre la Mirada, un encuentro que persigue reunir las miradas apasionadas de distintos profesionales del entorno creativo, ¿cómo surge la colaboración con Home of Horizon?
Home of Horizon te da la libertad de abrir grandes huecos. Y éste es precisamente el acto creativo que hacemos los arquitectos y diseñadores desde nuestra capacidad de observación, desde nuestra propia mirada. Cuando Jaime Mairata me propuso hacer un evento para atraer al colectivo de los arquitectos, los diseñadores y los creativos yo le sugerí que lo interesante para nosotros era la mirada de otros profesionales. Desde la mirada identificamos y vemos la capacidad que tiene una persona para percibir la realidad y transformarla en un discurso o en un acto creativo.

¿Qué hace falta para “mirar”?
Para mirar hay que educar la mirada. Primero observar, educar la observación. No es lo mismo ser un arquitecto, un pintor o un escultor. Cada uno va a tener una observación diferente de una misma realidad. Y cada uno va a tener una percepción propia que llevará a una reflexión particular. Hay que aprender a mirar para pasar a la ejecución.

El pasado 31 de mayo se celebró la tercera edición de este encuentro, con un éxito de participación todavía mayor que las dos anteriores ocasiones, con una asistencia de 400 personas. La fábrica de Home of Horizon volvió a transformarse en un auténtico hervidero de innovación y creatividad. ¿En qué consistió y qué ponentes iluminaron la cita con su mirada?
Tuvimos siete ponentes diferentes de siete disciplinas distintas – pintura, iluminación, fotografía, diseño, gastronomía, música, arquitectura – pero con un tema común: el vacío como elemento de capacidad de cambio, el vacío como posibilidad de movimiento. Porque si no hubiese vacío, espacios, no existirían las frases. Si no hubiera vacío, silencio, no existiría la música. Necesitamos esos vacíos, esos momentos de cambio que se producen y que cada uno afronta de manera distinta, donde cada uno reacciona de una determinada manera. Eso es lo que le pedimos a cada uno de los siete ponentes que participaron en Sobre la Mirada.

Habéis conseguido convertir Sobre la Mirada en una cita de referencia anual para profesionales y creativos. ¿Qué novedades y sorpresas ha habido este año?
Este año el tema común ha abierto nuevas ventanas, nuevas miradas para que las performances que hemos trabajado tuvieran realmente fuerza. Hemos podido iluminar toda la nave gracias al iluminador Andrés López y en la performance músico-coctelera hemos trabajado con treinta músicos. Inundar la fábrica de música ha sido todo un reto. Además, un impresionante acto culinario que estuvo a la altura del chef Andreu Genestar, estrella Michelin. Éste se inició con una enorme ensalada para cuatrocientas personas y se ofrecieron hasta siete estaciones diferentes de comida para que cada uno pudiera probar versiones distintas de cómo trasladar la idea del vacío a través de la gastronomía.

La creatividad, igual que las miradas, no tiene límites ¿Cómo será el próximo encuentro Sobre la Mirada?
Lo importante es no ponerse límites ni barreras, no tener miedo. Proponer otro tema y a partir de él, generar un nuevo enfoque con diferentes compañeros y actuaciones. Los ponentes y el tema van a dar el punto diferenciador cada año. Vamos a dejar fluir y dejar pasar estos dos años (Sobre la Mirada es bianual) para que el tiempo nutra y alimente esa capacidad de generar nuevas miradas.

Queremos agradecer a Jaime Mairata y Vicenç Mulet el tiempo que nos han dedicado para poder realizar esta entrevista. Podréis saber más sobre su trabajo en Home of Horizon.

Entrevista, fotografía y textos equipo Slowkind.
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