Supermercados en Alemania con sabor a Masquespacio.
Masquespacio aportar solera a este centro mayorista. Traslada algunas de las tradiciones y, sobre todo, los códigos estéticos del Mediterráneo.
El equipo formado por la interiorista Milena Hernández Palacios y el experto en Marketing Christophe Penasse se ha encargado de crear el diseño de la marca, el supermercado y algunas piezas de mobiliario. El tema sobre el que se sustenta todo el proyecto descansa sobre “una chispa de emoción”. En honor al origen de la marca y el tipo de producto que ofrece.
Ahora bien, manteniendo en cada momento la identidad del negocio. Esto no es un supermercado para los consumidores alemanes o españoles, sino un sitio para que los minoristas acudan y compren allí mismo lo que necesitan para sus establecimientos. De modo que seducirles con la apariencia no es el objetivo. Pero esto no quita que la experiencia pueda ser más atractiva. Y esto es lo que ha hecho Masquespacio.
Por cierto, para aquellos que se pregunten el porqué de este centro en Colonia, la historia detrás de sus estantes es de lo más curiosa. Su propietaria, Pepa Bascón, es una sevillana que vive en Colonia desde hace veinte años. Su experiencia inicial en la hostelería local la llevó a abrir una tienda de productos españoles seleccionados. El éxito la animó a montar un centro mayorista para atender la gran demanda de los restaurantes italianos y españoles del estado de Renania. Ahora, va un paso más allá con el formato autoservicio en lugar de servir el producto en el local del minorista.
La superficie del nuevo edificio es de 500 metros cuadrados. Y si hay un color que impera es el negro. La paleta cromática es una de las herramientas clave de la consultoría. Su especialidad es traducir las ideas en colores. En este caso el negro ofrece la seriedad que necesita el proyecto. Luego, de cara aportar la frescura y la alegría, lo han salpicado de los tonos vivos que recuerdan a España. Es decir, azul, amarillo y rojo. Mar, sol y pasión.
Luego están los pequeños detalles que recuerdan a Andalucía y su costa: las rejas con ornamentos, los toldos a rayas que contrastan con los grises y negros de las cámaras frigoríficas, y los azulejos turquesas de la zona del mostrador y la cocina donde hacen degustaciones y dan seminarios. Por cierto, otra premisa para el estudio: conseguir que el espacio pudiera adaptarse a otros servicios.
La parte más destacable, sin embargo, es la divertida señalética. Realizada también por Masquespacio, sigue el patrón para la marca de intentar transmitir la alegría de España. Por ejemplo, dibujos desenfadados para indicar dónde están las cestas de las compras o limitar el acceso a los compradores.
Por último están los pequeños detalles: la frescura que aportan las plantas colgantes, la originalidad de las taquillas pintadas, las lámparas de Onok y la cocina de Lluesma.
Con este proyecto, por cierto, la consultoría demuestra que se atreven con todo. Pabellones, academias, concept stores y trabajos de dirección de arte se unen a hostales, oficinas y restaurantes temáticos, entre otros.
Fotografía: Luis Beltran