La Burgueseria: estilo hipster de Brooklyn con el ‘caliu’ de Sant Cugat.
El local sigue así una estética vintage llena de iconos de época y materiales recuperados, alternando la paleta de colores de los más clásicos diners estadounidenses con una alternancia de asientos y muebles que harían las delicias de cualquier enamorado de este tipo de interiorismo.
Para ello, han contado con la inspiración que surge cada fin de semana del Mercantic de Sant Cugat, cita de referencia semanal para amantes de las antigüedades y los objetos vintage. De allí han salido todos los objetos de mobiliario, junto con las piezas únicas de ARXE, también situada en el pueblo. Materiales antiguos y diseños originales para conseguir un espacio acogedor y de lo más trendy.
La cocina acompaña la idea de la decoración. Un concepto de lo más dinámico e implicado con su vecindario, reflejado por ejemplo en las paredes, manuscritas por los clientes para sentir el local ‘un poco más suyo’. Y por supuesto, con una carta cuidada e innovadora, tanto como el restaurante en sí.