Mama Campo: un patchwork ecológico para crear sensaciones en el centro de Madrid.

El conocido fotógrafo Manolo Yllera ha sido el coordinador del interiorismo de este proyecto, en el que además de la gastronomía, se ha tratado de cuidar al máximo todos los detalles complementarios para lograr una atmósfera especial y coherente.

Ya en la fachada, los toldos de Juan Sánchez “el artesano espartero” nos anticipan el estilo de decoración diferente y sostenible que vamos a encontrar en el interior.

La cooperativa de bioconstrucción Qatay es la autora del revestimiento artístico de los muros y techos del restaurante. La idea principal era “parchear” con diferentes texturas y colores los paramentos, de manera que se generaran elementos de atención diversos, pero que encajaran con la estética general del restaurante. Para ello han utilizado materiales ecológicos: revocos de tierra, fibra de yute, pinturas a la arcilla y al silicato, cañas, cal, esteras…

El pavimento es de madera, y en algunos puntos se combina con las bellísimas baldosas hidráulicas Drops de Entic Designs.

Con respecto al mobiliario, se ha jugado a mezclar diferentes modelos de sillas y mesas, pertenecientes a diseñadores ya consagrados (como Ronan y Erwan Bouroullec, Dirk Van der Kooij …) o noveles (como Wow Estudio, Inés Benavides, Pilar de Prada …).

El mismo criterio se ha seguido para las luminarias, incluyéndose piezas de Marre Moerel, Álvaro Catalán de Ocón o Txula Artesanía, entre otros.

El compromiso social y medioambiental unifica a todos estos diseños, aparentemente heterogéneos.

El proyecto apuesta también por el arte, y ha contado con la colaboración de números amigos artistas, como Carlos Villoslada.

Los uniformes de Ecoalf y IOU Project, los delantales de peSeta, la vajilla de Costa Nova, el arte vegetal de Llorens&Durán… completan la imagen de este espacio, diseñado para saborear la mejor gastronomía tradicional y ecológica.

Fotografías: © Manolo Yllera