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Una carnicería de escala doméstica que mira al público, diseño de Sandra Tarruella.

Baldosas blancas, un suelo de parquet, un obrador que mira al público, gruesos tacos de corte de madera, cajas colgadas, una barra de desgustación... Nada y todo parece indicar que estamos en una carnicería que ensalza el producto y su proceso de preparación tradicional. Un espacio al que el equipo de Sandra Tarruella Interioristas ha dado máxima transparencia y actualidad.
Más proyectos de Sandra Tarruella en diarioDESIGN aquí.

Este proyecto nace con la ilusión de crear un espacio cálido y que nos devuelva la idea de la elaboración artesanal y tradicional de las carnicerías de antaño donde la calidad, transparencia en los procesos y la visibilidad en la elaboración son requisitos imprescindibles.

Se trata de las segunda tienda de la familia Corella, ubicada en un local antiguo del centro de Sant Cugat (Barcelona), donde la arquitectura de bóvedas, vigas y revoltones cerámicos, junto con muros de mampostería, tenían un papel muy protagonista. Para suavizar su presencia y resaltar al verdadero protagonista del espacio (la carne, el producto), se han pintado todos los elementos preexistentes de un color blanco roto. Así, los elementos espaciales se diluyen y pierden protagonismo.

El reto del estudio de Tarruella, y concretamente de los responsables del proyecto Ricard Trenchs y Elsa Noms, ha sido dar esta transparencia y visibilidad al local como filosofía de diseño y de empresa. Para conseguirlo, el obrador se ha conectado visualmente con la zona de venta mediante un cerramiento de vidrio y marco de hierro en guillotina. A su vez, este se conecta con el exterior ubicándolo al lado de la fachada, para que desde la calle el cliente pueda conocer en todo momento el proceso artesanal de la elaboración de la carne que se ha ido perdiendo con los años.

Reforzando este concepto de visibilidad y, como reclamo, se han pintado las carpinterías de madera de la fachada en un color rojo caldero. Este marco rojo se repite como sello distintivo de la carnicería en su imagen corporativa y el packaging, diseñada por Fauna.

En el interior, se ha querido dar la sensación de un espacio acogedor que recuerde a los mercados de toda la vida pero con una escala doméstica. Para conseguirlo los mostradores de carne se colocan de forma irregular y perimetralmente al local. Estos se revisten con distintos materiales como una tradicional baldosa cerámica e Iro blanco, dejando espacios de circulación para clientes. Recuerdan a las paradas de los mercados pero usando un parqué recuperado de un piso de l’Eixample, que aporta calidez y una escala muy doméstica. Entre los expositores, unos tacos de madera recuperada se adelantan para remarcar los intersticios y sirven de apoyo para el corte de la carne.

Frente a la calle, dos barras de degustación de madera robusta con unos taburetes de distintas pieles, animan a los clientes a saborear los productos de la tienda mientras esperan el pedido. Como telón de fondo de esta barra degustación, unas cajas de hierro de distintos tamaños y profundidades, quedan colgados y sirven como expositores de los productos de degustación de la tienda, a la vez que realzan la pared de piedra existente.

Todo el local está iluminado con focos puntuales que resaltan tanto el producto como las texturas de los paramentos. Sobre los expositores se han introducido también unas lámparas fluorescentes suspendidas, de estilo industrial, que refuerzan la iluminación de la carne y dan un ritmo al espacio, aportando el mismo rojo caldero de la carpintería de la fachada.

En todas las paredes, rodeando el espacio, unos carteles antiguos comunican la elaboración de los productos con ingredientes naturales y sin aditivos. Finalmente, un detalle más de la transparencia del espacio: los baños también están abiertos a la tienda, dejando entrar el suelo de madera recuperado y las paredes de color blanco roto. Un bebedero de bovinos de cemento basto se convierte en el lavabo de los clientes y añade otro sutil guiño a la definición del espacio.

Fotografías de Meritxell Arjalaguer

 

Corella
Valldoreix, 22.
Sant Cugat del Vallès
Tel. 936 743 182
www.corella.cat

 

 

 

 

 

 

 

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