Si, nosotros también usamos cookies. Esas cosas con nombre de "galletita" que ayudan a que tu navegación sea más personalizada. Cierra este mensaje y nos darás tu permiso para seguir utilizándolas. Y seguirás disfrutando de diarioDESIGN como siempre.

Feliz viaje por nuestra web Cerrar
Elena Minguela
1 diciembre 2012

Lascaux IV: las cuevas rupestres francesas ya tienen su ampliación, de la mano de Snøhetta.

El estudio de arquitectura noruego Snøhetta, conocido por crear instalaciones en las que el paisaje es tan importante o más que la arquitectura, ha sido el elegido para diseñar el nuevo centro de visitantes de las cuevas de Lascaux, en Montignac, Francia.
Más sobre Snøhetta en diarioDESIGN.

Las famosas cuevas rupestres, cerradas al público desde 1963, son una pieza clave del arte de nuestros antepasados del Paleolítico, y pueden disfrutarse gracias a las instalaciones Lascaux II y Lascaux III, que acogen réplicas casi exactas de los frescos del lugar, a las que próximamente se unirá el proyecto de Snøhetta, cuya inauguración está prevista en 2015.

El Centro Internacional de Pintura Rupestre Montignac-Lascaux se instalará en la frontera entre dos paisajes divergentes para proporcionar un magnífico foro de exposición de las increíbles pinturas de la cueva. Imitándolas en su correspondencia y adaptación a los relieves de las cuevas, el centro hace un uso óptimo del paisaje, y actúa como una simple incisión entre la colina y el valle, que comparte y muestra los secretos escondidos en ellas.

La visita al centro ofrece una un reflejo del sublime paisaje, con el visitante ascendiendo y descendiendo, de interior a exterior, entre la tierra y el cielo. Para la aventura se han de abandonar todos los accesorios del siglo XXI en el ropero para armarse con capa de explorador y antorcha (interactiva). La visita empieza 10 metros sobre el nivel del suelo, para comenzar a bajar como hicieron los artistas 17000 años antes. Observando las pinturas, el visitante se encuentra entre el mundo real y el virtual, entre luz y oscuridad, entre roca y vegetación, rodeado de sonidos como el silencio de las cuevas opuesto al susurro del viento entre los árboles y las llamadas de los animales de las proximidades. El espacio cerrado de las cuevas recuerda la sagrada enormidad del conocimiento, el tiempo y la humanidad.

 

 

 

Artículos relacionados

¿Cómo vivir y trabajar en un estudio de 20 metros cuadrados? Este piso demuestra que es posible.

moma-logroño-oficinas-proyecto-portaada

La centenaria “casa del jardincito” renace en pleno centro de Logroño

cornella-piso-verano-diariodesign-portada

109LAY: Una casa de veraneo en Cornellà de Llobregat

Róterdam: el lienzo en blanco para la arquitectura experimental