Cocinas y Arte Digital: Cristina Tort y Jordi Jaumot.
¿Por qué interiorismo de cocinas? Para mí la cocina es un espacio donde pasan cosas. ¿Sabes que yo siempre estudiaba y merendaba en la cocina?Cristina: Cuando estuve en Santa y Cole trabajando para Bulthaup (en aquel momento Santa & Cole llevaba la representación de la marca de cocinas alemana), me enseñaron mucho y el mundo de la cocina me apasionó. Me gusta la cocina porque es un nivel de mobiliario que se queda, no es un banco que puedes quitar o poner. Y como dices, pasan cosas, el espacio de la cocina es el centro donde todos acaban siempre reunidos. Mucha gente te pide aunque sea una pequeña barra o mesita, lo justo para desayunar o comer. Un sitio donde te reúnes, hablas, donde los niños entran y salen.
¿Qué materiales aprecias más en una cocina?
Cristina: Me gustan mucho los frontales lacados mate con uñero, sin tirador. Eso nos permite utilizar muchos colores. Luego a nivel de encimeras, materiales nobles como el mármol. En cuanto a electrodomésticos se lleva bastante todo integrado, que quede muy higiénico y limpio. Luego, como te decía, juegas con el material noble del mármol, una estantería donde pones unos tarros bonitos o una lámpara. Todo eso le da calidez, pero la base tiene que ser muy funcional.
Nuestro primer entrevistado, Damián Ribas, amigo tuyo además, también puso mucho énfasis en el valor de la funcionalidad.
Cristina: Por supuesto, en el caso de las cocinas significa que cuando abras un cajón las guías funcionen, que tengas un cubertero bien ordenado. Para mí el orden en la cocina es muy importante y los movimientos dentro de ella, que la distribución sea muy cómoda. Cuando llegas con la compra, poderlo guardar bien, dónde está la despensa y dónde la nevera. La zona de aguas, la de cocción, tener una buena zona de superficie de trabajo. Las aguas y los fuegos tampoco pueden estar muy lejos sino te pasas el rato de lado a lado.
Imagínate la cocina de algún personaje al que te haría ilusión conocer.
Cristina: Me haría mucha gracia conocer a Paul Auster. Me he leído todos sus libros, y estoy segura de que tiene un gran sentido del humor. Tiene que ser muy agradable conversar con él.
En la cocina de su piso de Brooklyn, ¿no?
Cristina: Exacto, una cocina un poco caótica, con muchas especies, pero muy práctica y funcional, donde seguro se preparan comidas un poco mas exóticas y amigos de todos los sitios del mundo se reúnen a cenar.
¿Alguien más?
Cristina: Leonard Cohen. Me encantan todas sus canciones, es un poeta. Le haría una cocina tipo inglesa. Me lo imagino tomando el té y explicándome muy pausadamente historias de su vida, que solamente con el tono de voz ya son interesantes, aunque no diga nada, pero sí que lo dice porque es fantástico. Una cocina con un buen rincón, una ventana inglesa viendo el otoño fuera.
¿Qué es lo que no puede faltar en una cocina?
Cristina: No puede faltar armonía, una funcionalidad ordenada, aunque luego esté llena de estantes con especies y botes. No me gustan las cocinas sin vida, muy minimalistas, con impostura, donde no ves ni un tarro de galletas o una tabla de cortar usada.
¿Dónde has visto la cocina más increíble?
Cristina: La cocina de la casa de Finn Juhl en Copenhague (ahora forma parte del Museo de Arte Ordrupgaard, cuya remodelación y extensión la hizo Zaha Hadid). Fue una de las figuras principales del “diseño danés” en la década de los 40. La cocina me sorprendió por su modernidad y funcionalidad. Muy vivida, con su office. Unos materiales y una sobriedad que nunca pasan de moda.
“Cris habla con nuestra fotógrafa y aprovecho para asaltar a Jordi. De las cocinas al arte. Esto es lo que se dice una conversación estimulante. Nunca había visto una obra como la de Jordi, ¿utilizar un iPad para crear arte? No entiendo dónde está el inicio y dónde el punto final de una obra. Jordi me mete en su mundo y con toda la paciencia del mundo me explica.”
Jordi: Trabajo de una manera en la que lo que acabo de hacer luego no lo puedo hacer igual otra vez. Es como aquello que dicen, “el destino es la elección de los azares”, el azar de alguna manera no existe porque siempre estamos eligiendo.
¿Cual es el proceso Jordi? No me lo puedo imaginar.
Jordi: Utilizo unos programas de ordenador para sacar formas y jugar con ellas, lo que busco es que haya una estructura. No trabajo con ideas preconcebidas. Ahora el resultado ha sido éste, y es irrepetible. Yo tengo claro que para ser realmente original tienes que sacar de la nada. A veces uno sueña y ve cosas bonitas, pero no me interesa pasarlo aquí. Busco mi propio mundo.
Lo tienes
Jordi: Sí, pero ya sabes que a veces eso es más difícil que parecerse a algo. La gente es más reacia a aceptarlo.
Veo un trabajo muy creativo pero a la vez muy metódico, casi matemático.
Jordi: Exacto, pero a la vez son callejones sin salida, porque fíjate que cada uno nace de una manera. Sale jugando, ampliando, superponiendo. Estás metido de lleno tú solo y empiezas a jugar y a ver qué pasa. Es un no parar. Aquí inviertes concentración y estímulos.
Entonces ¿cuándo dices hasta aquí?, ¿cuándo consideras la obra acabada?
Jordi : Tú dices basta ya. Cuando crees que te estas repitiendo entonces dices basta.
¿Por qué todo tan oscuro?
Jordi: Estoy pasando una época, debe ser por carácter (se ríe). Y aunque no tenga nada que ver, es un poco un homenaje a la sencillez de Ordet, ¿conoces la película? (Ordet es una película danesa de los años 50) Todo es muy sobrio y austero, la elegancia de la magia oscura.
“La conversación sigue con Renzo Piano hablando en la Escuela de Arquitectura en la época de estudiante de Jordi, con las sillas Carl Hansen heredadas de la abuela de Cristina, avanzadísima en su época, y con el libro que me dejan, El Ayudante de Robert Walser. Un encuentro mucho más que estimulante. “
Queremos agradecer a Cristina Tort y Jordi Jaumot el tiempo que nos han dedicado.
Entrevista y Textos Slowkind
Fotografías Naty Creci
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