Jabugo se actualiza en el restaurante Cinco Jotas de Madrid.
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Con la idea de emocionar al comensal, los autores han tratado de transmitir la esencia y los valores de la marca a través de cuidados detalles en el interiorismo, que evocan las dehesas donde se crían los cerdos de pura raza ibérica.
El restaurante se desarrolla en un edificio de cuatro pisos con una configuración de espacios reducidos, por lo que la prioridad ha sido ordenar dichos espacios manteniendo la planta de acceso como zona de bar, la intermedia como restaurante y la superior como restaurante abierto al exterior y coctelería para potenciar el ambiente por las noches.
La escalera que comunica todas las plantas es un elemento vertebrador que se ha conservado, pero al que se ha dado una imagen nueva, forrándolo con unas pletinas laterales de hierro negro que sirven de barandillas y se inspiran en los cuchillos de los cortadores de jamón. Los escalones se han recubierto con madera para aportar calidez a esta pieza significativa del local.
Para dar unidad a los diferentes ambientes se han pintado las paredes y los techos de todas las plantas en color blanco roto con acabado texturizado, recordando las antiguas casas tradicionales de campo. En todo el local se han utilizado materiales nobles que transmiten sensación de espacios domésticos y atemporales; un recuerdo a elementos naturales de los paisajes de Jabugo, donde la artesanía, la autenticidad y el valor de los orígenes son representativos de la marca.
Se recibe a los clientes a través de una terraza con una pérgola hecha con cuerdas tramadas naturales de distintas densidades que tamizan la luz y crean un ambiente natural y sostenible que recuerda a los cobertizos de cañizo de los pueblos.
La planta baja se ha organizado eliminando la tarima existente para tener todo el espacio a la misma cota que la calle, y se ha distribuido a través de una mesa central alta para comer de pie alrededor. La figura del cortador de jamón se resalta con un pedestal de mármol blanco. Detrás de éste, destaca la exposición de los jamones colgados sobre una pared de baldosa manual de color blanco, con el diseño de unos colgadores de latón en forma de bellota que realzan la importancia de los jamones que se cuelgan como piezas únicas.
Al fondo, la cocina de platos fríos y servicio de bebidas se proyecta abierta a la sala a través de una barra exenta para camareros, forrada en piel oscura, y un sobre de piedra que permite la circulación alrededor. El protagonista de este espacio es el techo flotante hecho de madera de nogal troquelada con forma de bellota, que filtra la luz y simula la sensación de que el cliente se sienta bajo las encinas de las Dehesas.
En la primera planta, unos bancos tapizados en cuero rodean la sala arropando las mesas de madera con relieves grabados al fuego con motivos diseñados por el equipo gráfico Run Design, que simulan la textura de la cáscara de la bellota, y también aparecen en las aplicaciones gráficas del interior.
Detrás de los bancos, un juego de volúmenes de distintos tamaños y profundidades realizados con pergaminos, integran las ventanas y funcionan con una pantalla de luz natural hacia el interior del local.
Se ha utilizado madera de roble recuperada para forrar el resto de paredes y dar confort a la sala, escondiendo la cocina principal a través del pase de camareros. Sobre la madera se ha dispuesto una original escultura hecha con la silueta de una manada de cerdos ibéricos realizada con pletina de hierro.
En la última planta, la cubierta acristalada aporta mayor altura al espacio transformándolo en una terraza abierta al aire libre en verano. Este techo es retráctil y una segunda piel con el mismo entramado de cuerdas naturales de la entrada, dando flexibilidad al espacio según la época del año y tamizando la luz.
La barra de coctelería de mármol blanco regulariza la sala con un gran espejo fumée que forra el muro trasero y duplica el espacio aumentando la profundidad. Sobre este espejo, se disponen unas estanterías de madera maciza de roble que sirven de bodega de vinos y licores de la casa Osborne, reforzando así la representación de la marca.
Sobre la barra, un grupo de lámparas suspendidas con forma de bellota y las paredes revestidas en madera rústica de roble aportan esta inspiración de la tradición familiar de la marca. Una chimenea de hierro negro de estilo contemporáneo potencia la verticalidad y el confort de este espacio.
Finalmente, la vegetación local en unas jardineras integradas en el banco corrido de obra frente a los grupos de mesas enfatiza esta naturalidad de espacio que se percibe en todo el local.
Mesón Cinco Jotas
Calle de Puigcerdá, 2
28001 Madrid
T. 915 75 41 25
