La delicadeza de la diseñadora Nika Zupanc, en la exposición Esprit Dior-Miss Dior del Grand Palais de París.

El Grand Palais de París se ha vestido de alta costura el pasado mes de noviembre para acoger un homenaje al perfume Miss Dior, que aporta el toque final a las creaciones de Christian Dior. 

La exposición Miss Dior ha querido acentuar el carácter atemporal y moderno de esta fragancia, estableciendo un diálogo entre Dior y el Arte al dar carta blanca a quince mujeres artistas contemporáneas que han escogido reinterpretar los códigos más emblemáticos de Miss Dior. En la muestra rinden homenaje no solamente a uno de los más grandes modistos de todos los tiempos, sino al espíritu subversivo de un perfume que ha entrado en la Historia.

Entre las participantes podemos encontrar artistas como Carole Benzaken, fotógrafas como Lara Baladi o Hanna Starkey, pintoras y artistas plásticas como Polly Apfelbaum, escultoras como Maria Nepomuceno, o diseñadoras como Ionna Vautrin o Nika Zupanc, cuyas creaciones se pueden ver en la web www.dior.com.

De Nika Zupanc queremos destacar su diseño Room of one’s own, que la diseñadora ha creado «para hacer realidad el sueño de cualquier mujer, una habitación en propiedad donde escribir finales felices a ocasiones no muy alegres o mensajes cortos llenos de emoticonos, un lugar muy privado».

Basándose en la sensación embriagadora que provoca una fragancia, la habitación pretende ser un homenaje a Virginia Woolf, y contiene las herramientas básicas para la búsqueda del corazón: una mesa, una silla y una lámpara, todas ellas igual de fabulosas que el espacio íntimo para el que están diseñadas.

El espacio goza de una altura enorme, basada en las estancias venecianas, que se convierte en una burbuja que ha de llenarse de ansias y susurros. Está realizado en madera tallada imitando un tejido en color negro, resaltando la elegancia de la firma de alta costura, y dispone de una delicada cortina en color rosa palo que le da un aire de escenografía e intimidad.

El mobiliario creado para la habitación mantiene esa idea. La mesa realizada también en madera de color negro pretende pasar desapercibida en el espacio, dejando todo el protagonismo a la lámpara y sobre todo a la silla. Ambas están realizadas en estructura metálica pintada en el mismo color que la cortina, contraponiendo los conceptos de simplicidad y frivolidad en un mismo objeto.

La silla dispone de un respaldo con atrevida forma de lazo que suma a la ergonomía y adaptación al cuerpo la elegancia y delicadeza del nudo que forma un arco. El asiento de madera negra imita la celosía de las paredes y el suelo de la habitación, obteniendo un original resultado.