Piet Hein Eek presenta su primera colección de juguetes artesanales, sostenibles y socialmente responsables.

Piet Hein Eek, diseñador holandés conocido por sus precisos diseños en los que se hermana un proceso de trabajo plenamente artesanal con la contemporaneidad, nos muestra ahora su faceta lúdica en una colección de juguetes.

Cuatro objetos tradicionales que en manos de Eek integran los pilares del diseño claves para él: eficiencia, sostenibilidad y responsabilidad social. Valiéndose de materiales humildes y siempre trabajando como si de manualidades se tratase, ha creado un coche infantil y tres populares juegos de mesa: ping-pong, futbolín y tejo.

El original Cochecito infantil de carreras está creado a partir de láminas de aluminio y con asiento revestido en cuero. Surge de un encargo que hizo Henk Vos a Piet Hein Eek para sus nietos. El coche tiene tres marchas, y dispone también de marcha atrás.

La mesa de ping-pong está diseñada pensando en la estética clásica del billar típico de madera. En opinión de Eek, «Si hubiese existido antes probablemente se hubiese convertido en una pieza icónica al estilo de los billares y futbolines». Está hecha de madera de caoba y fresno.

En el original futbolín, los jugadores se inspiran en pinzas de ropa con forma de persona, con pies y cabeza. La estructura de la mesa está inspirada a su vez en la colección que él mismo hizo para la cafetería del MoMA de Nueva York, a partir de chapas de aluminio de 1.5mm plegadas y unidas entre sí.

Shuffleboard, el tejo, es uno de los juegos más antiguos que existe en Holanda, obligatorio en los colegios holandeses. Consiste en lanzar el disco para que se deslice hasta entrar en el agujero que le corresponde. El primero que es capaz de meter todos sus discos gana. Está hecha de plástico pintado en blanco.

Los juguetes de Piet Hein Eek se pueden encontrar en Roomservice Design Gallery.