Attendant: una cafetería oculta en lo que antes eran unos baños públicos en Londres.

El pasado 18 de febrero, tras cincuenta años de invisibilidad, the Attendant volvió a abrir su verja para dar acceso a una cafetería bajo Foley Street, en el corazón del barrio londinense de Fitzrovia.

Lo que era un cuarto de aseo victoriano ha sido objeto de una remodelación llevada a cabo en el tiempo récord de seis meses para convertirse en un bar take away lleno de carácter y características originales.

Los urinarios de porcelana originales, producidos por Doulton & Co en 1890, han sido conectados, limpiados y convertidos en una curiosa línea de asientos para degustar el café. Además un secamanos también de la época se conserva encima de esta zona.

La oficina del encargado de estos lavabos públicos, que se completaba con la ventanilla de pago, se ha reconvertido en la pequeña cocina del establecimiento. El encargado, «the attendant» en inglés, es lo que da nombre al espacio.

Una pequeña mesa al fondo del espacio permite frenar de las actividades diarias y parar para disfrutar de manera más lenta de lo normal el curioso espacio.

Claro que si el día es bueno, cosa que en Londres se convierte en acontecimiento a disfrutar en el exterior, se puede degustar el café y todas las delicias que ofrece el menú en los bancos del exterior que se enganchan a la verja.