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Reforma de un estudio multidisciplinar de diseño, por Josep Ferrando y Román Ortega.

Si tuviéramos que destacar un detalle de este estudio de diseño multidisciplinar, ubicado en Barcelona, sería la calidad de las sensaciones visuales que proporcionan la iluminación, la distribución y los materiales.

De hecho, ese fue el objetivo de los arquitectos Josep Ferrando y Román Ortega a la hora de distribuir el espacio y organizar las actividades: lograr diferentes sensaciones y percepciones bajo un mismo espacio abierto.

¿Cómo lo hicieron? Con la distribución estratégica de tres volúmenes cerrados (una caja  húmeda, una caja de luz y una caja privada). En concreto, enfatizando las visuales en diagonal para aumentar la sensación espacial, y acercándose en algunos puntos para crear privacidad y dotar al espacio de diferentes espacios funcionales (desde zonas de trabajo a un almacén).

En la imagen superior, por ejemplo, se puede apreciar la sala de trabajo central, un despacho y una sala de reuniones (al fondo a la derecha).

Además, el concepto funciona tanto en planta como en sección. Esto se ve en la caja privada (donde están situados los despachos), la cual ha permitido crear dos alturas: la planta baja más un altillo.

La iluminación es otra de las claves del diseño. O mejor dicho, la acertada mezcla de luz natural y artificial, que junto a las paredes blancas confiere una gran luminosidad al espacio y ayuda a enfatizar los materiales y detalles arquitectónicos.

La luz natural entra de dos maneras: a través de lucernarios puntuales colocados estratégicamente en el perímetro de la estancia, acorde con las diferentes actividades. Y a través de un gran lucernario a modo de  caja de luz en la parte más alejada de la entrada.

La luz artificial, por su parte, se sitúa en los dos lados largos del espacio, creando luz indirecta como si fuera un lucernario más.

Los materiales, por último, tienden a la uniformidad en todo el espacio a base de prevalecer el blanco en los acabados y en la mayor parte del mobiliario, y la madera natural en las puertas o la escalera, entre otros.

Esta uniformidad queda cuidadosamente rota con la mezcla de texturas que aportan el acero o elementos como la alfombra roja de la sala de trabajo, pero siempre sin perder la sencillez que Josep Ferrando y Román Ortega han buscado en todo momento.

Fotografías: Adrià Goula. Planos: cortesía de Josep Ferrando y Román Ortega

 

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