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Elena Minguela
21 mayo 2011

Ajda. Tres contenedores se disfrazan de guardería improvisada en la frontera eslovena.

En Ravne na Koroškem, cerca de la frontera eslovena con Austria, el estudio de arquitectura Arhitektura Jure Kotnik ha creado una ampliación para una escuela infantil que destaca por su diseño concienciado con la infancia.
Al verse aumentado el número de solicitudes de plaza para la guardería y quedarse obsoleto el espacio, se decidió construir una guardería más grande al lado de la ya existente, pero al no haber tiempo suficiente se buscó una solución temporal: Ajda.

Ajda es la unión de tres contenedores Conhouse, estándar tipo ISO, baratos y fáciles de acondicionar, para formar una clase de catorce niños y niñas. Esta nueva unidad «sale» del edificio existente como un «parásito» que se aprovecha de él, incluyendo las instalaciones que forman el ropero y el equipo sanitario.

A pesar de su carácter temporal, la apariencia externa no se dejó al azar, y se mantuvo la tradición de gráficos típicos comunes a las fachadas de guarderías, utilizando los creados por los artistas Kitsch-Nitsch.

Así, el contenedor se «disfrazó» con pegatinas de vinilo de vivos colores, fácilmente identificables por los niños, que aplicadas sobre las tres paredes de color antracita cambian la textura de la caja. A los lados este y oeste las imágenes alegran la vista del acero, evitando las aberturas de las ventanas y teniendo en cuenta las características del contenedor, mientras que en la fachada norte, sin aberturas, se encuentra una gran cara sonriente que sirve de reclamo e invitación.

Al final del año Ajda dejó de ser necesaria, y sus contenedores fueron reciclados. Este proyecto remarca la idea de cómo temporalidad y corto presupuesto no han de ser obstáculo para un diseño concienciado y adecuado a su ambiente.

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