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Piedra y acero corten conviven en el nuevo Museo de la Sal, en Francia.

El nuevo Museo de la Sal de la localidad francesa de Salins-les-Bains, recientemente inaugurado, es obra de Malcotti-Roussey arquitectos en colaboración con Thierry Gheza como arquitecto asociado. Cerradas desde 1962, las salinas de esta localidad situada en el noroeste de Francia (3.300 habitantes), en el departamento de Jura, han sido un epicentro de producción de este “oro blanco” desde la Edad Media. Cuando se planifica su restauración, en 2006, las autoridades de la ciudad marcan dos objetivos básicos: transformarlas en un monumento a la historia de la producción local y restaurar su importancia en el trazado urbano de la ciudad, recientemente declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

El proyecto en su conjunto está pensado como un museo al aire libre de la historia local. Ésta es la razón por la que la actuación, además de proteger los depósitos de sal, se traduce en una restauración para conservar la arquitectura original del complejo y se completa con construcciones modernas. De esta forma los arquitectos han desarrollado su propuesta mostrando al exterior la arquitectura histórica y agregando algunos elementos contemporáneos. Así, el programa incluye, además, la construcción de una sala-restaurante y un auditorio con capacidad para 200 personas, un casino de 420 m2, y una gama de servicios adicionales relacionados con esta actividad.


En el edificio histórico de las salinas, el elemento más impactante de la intervención realizada por los arquitectos es el volumen hermético realizado con Indaten®, un acero que aún sin recubrimiento no requiere mantenimiento y no sufre deterioro debido a la corrosión. Además, el uso del acero sirvió para contextualizar el edificio con las nuevas restauraciones y construcciones contiguas. En el caso del nuevo volumen destinado a acoger el casino y el restaurante, los arquitectos han querido subrayar el carácter lúdico y singular del nuevo equipamiento. Así, el frente del edificio luce una singular galería protegida por una cortina de láminas verticales de acero corten.

En palabras de los propios creadores del proyecto, el reto era “combinar dos programas opuestos, por un lado, un museo, y por otro lado un casino, situados ambos en un solo lugar. La intervención en el museo debía ser necesariamente imperceptible, mientras que la intervención en el auditorio debía hacerse notar”. La elección de un tratamiento similar para la piel exterior en los dos edificios, de acero oxidado, permite reencontrar el ambiente de la zona industrial a la vez que mantiene un estilo arquitectónico contemporáneo y singular.


El resultado de esta restauración patrimonial permite a los visitantes descubrir el conjunto histórico ampliado con nuevos espacios. El nuevo recorrido de la visita permite acceder al edificio dedicado a la venta de sal, inaccesible hasta ahora. Ésta es la primera fase del proyecto museístico, que se realizará en tres etapas. El proyecto seguirá con el acondicionamiento de las galerías subterráneas y del edificio del director, con exposiciones permanentes suplementarias, nuevos espacios museísticos, etc.

Salina de Salins-les-Bains
Plaza des Salines
39110 Salins-les-Bains, Francia

www.salinesdesalins.com

Fotografías en archdaily.com

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