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José Giménez
26 abril 2010

Casa das Historias en Portugal: un museo de terracota de Souto de Moura.

Eduardo Souto de Moura, el alumno aventajado de Álvaro Siza, es uno de esos arquitectos cuya obra habla por sí sola. Su trabajo ha evolucionado de la admiración hacia Mies van der Rohe a una práctica arquitectónica que comparte la interpretación de las necesidades del lugar con la búsqueda de la precisión como una constante, tanto en las obras de viviendas como en los proyectos de gran escala. Y el centro de arte Casa das Historias es una buena muestra de esta filosofía.

Ubicada en el interior de Cascais, ciudad costera 30 kilómetros al oeste de Lisboa, la Casa das Historias es una galería de arte que reúne por primera vez en Portugal una colección de la pintora e ilustradora lusa Paula Rego, que se ocupa en sus cuadros de realidades sociales polémicas, como el aborto. El prestigio internacional de Paula Rego le ha llevado a realizar, entre otros, el retrato oficial del presidente portugués Jorge Sampaio.


No obstante, el edificio de Souto de Moura no busca interrelacionarse con la obra que contiene, sino que se presenta como una revisión de la vivienda tradicional lusa a la que incorpora estructuras modernas, como el acristalado de los accesos, que contrasta con la rotundidad de las formas exteriores. Y es aquí donde encontramos claramente las dos referencias que acompañan la evolución de su obra; Álvaro Siza y el llamado Nuevo Estilo portugués.


La Casa das Historias se configura como una construcción uniforme de color terracota, con un pabellón central del que crecen dos cuerpos piramidales inspirados en el trabajo de otro arquitecto portugués, Raúl Lino, impulsor de lo que se llamó Estilo Português Suave, un movimiento estético-arquitectónico que recuperaba las formas utilizadas en edificios públicos y privados portugueses durante las décadas de 1940 y 1950, y que algunas autores clasifican como Estilo Nacionalista o Estilo Tradicionalista.


Esta corriente buscaba crear una arquitectura genuinamente portuguesa utilizando las características modernas de la ingeniería decoradas con una mezcla de elementos estéticos exteriores recogidos de la arquitectura portuguesa de los siglos XVII y XVIII y de las casas tradicionales de varias regiones de Portugal.


De hecho, frente a la pesadez de los grandes volúmenes opacos de muros ciegos del exterior, Souto de Moura recrea un interior de luz y unos espacios minimalistas contemporáneos en los que se aprecia el respeto a los tonos originales de cada material – barro, piedra, madera, etc.-, inspirado quizá en su mentor Álvaro Siza.

Así, el interior representa un contraste estético con el frontal exterior, aunque continúa la geometría global del edificio. Un espacio en el que se prima la luminosidad potenciando el blanco aséptico de sus muros, tanto para realzar la obra colgada como para ampliar el volumen de las salas y la sensación de espacio.


En esencia, el interior apuesta por la escala humana y la presencia minimalista de objetos, eso sí, siempre basados en elementos naturales, como se aprecia el mobiliario de la cafetería, realzando su presencia sobre el lienzo blanco de las paredes, mientras que la corteza del edificio propone una estructura irreal que se integra con el paisaje.

Más información en www.casadashistoriaspaularego.com

Fotografías de Luis Ferreira Alves

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